Sin duda ninguna, lograr que un alumno con TDAH tenga una evolución positiva en ESO depende de múltiples factores. Todos esos factores tienen importancia en facilitar el desarrollo académico del alumno, pero siempre supeditados a la presencia de un factor básico: el desarrollo de medidas organizativas y metodológicas. Hay que decidir qué enseñamos, pero también, y muy especialmente, cómo enseñamos. Si no hacemos un planteamiento organizativo y metodológico específico estaremos sometiendo a nuestros alumnos con TDAH a situaciones de aprendizaje que les exigirá un esfuerzo extra difícilmente sostenible en el tiempo.
Son muchos los aspectos a tener en cuenta en la organización y metodología del aula, pero al menos habría que establecer unos mínimos que se concretan en las siguientes medidas:
-Situación en clase: Es necesario encontrar al alumno/a una situación en clase que:
-Evite distracciones (por ejemplo no cerca de una ventana).
-Permita el seguimiento y control del profesorado (contacto ocular y proximidad física).
-Permita estar con un compañero que le ayude en su atención y organización.
-Evite aislarlo del resto de los alumnos. La ubicación en clase es una estrategia, no un castigo.
-Organización y Metodología:
-Estructurar al máximo la rutina escolar, organizando las sesiones de un modo similar.
-Utilizar apoyos visuales en las explicaciones.
-Facilitar la participación/intervención durante las explicaciones
-Mantener contacto ocular frecuente.
-Comprobar frecuentemente la tarea que está realizando
-Preguntar en base a cuestiones que exijan respuestas abiertas, no cerradas (si/no).
-Fraccionar las tareas largas en tareas más cortas, una a una o de forma fraccionada.
-Trabajar técnicas de organización del estudio.
-Dosificar el trabajo: Un alumno con TDAH tarda más que el resto en hacer cada actividad. No hace lo mismo en el mismo tiempo porque su capacidad de concentración es claramente inferior; por lo que es esencial dosificar su trabajo:
-Ajustar el número de tareas: Mandar tareas esenciales, reduciendo su número.
-Ajustar número de exámenes/pruebas de evaluación por día: Evitar que coincidan exámenes en un mismo día
-Reforzar su trabajo y no solo los resultados.
-Terminar cada sesión comprobando que se ha apuntado en la agenda las tareas encomendadas.
-Evaluación:
-Criterios de evaluación y calificación: Los criterios de evaluación y calificación deben ser trabajados con el alumnado con TDAH, pero que no todos los criterios deben emplearse en su proceso de calificación de manera literal. Hay que modificar aquellos criterios que por incidir directamente en la sintomatología del alumno le sitúan en una situación de desventaja al calificarle.
-Fechas de pruebas de evaluación:
-Hay que asegurarse que el alumno/a apunta la fecha correcta y los contenidos de la prueba o emplear un método alternativo que permita a la familia tener conocimiento de dicha prueba.
-Hay que recordarle frecuentemente la fecha de realización/entrega.
-No hay que situar más de un examen en un mismo día.
-Si puede ser, utilizar las tres primeras horas del día (especialmente con alumnos que reciben tratamiento farmacológico) para realIzar las pruebas de evaluación.
-Realización de exámenes:
-Tiempo
-Ayudarle a organizar el tiempo del examen (distribución de las preguntas).
-Facilitarle el tiempo que requiera.
-Organización
-No hacer exámenes muy extensos
-Fragmentar las preguntas en preguntas sucesivas más cortas y concretas.
-Resaltar palabras claves
-Entregarle el examen, pregunta a pregunta
-Plantear ayudas específicas:
-Exámenes orales, que nos permitan hacerle preguntas sucesivas.
-Exámenes con apoyo individual
-Desarrollo:
-Insistir para que el alumno marque lo que tiene que hacer y marque cuando lo ha hechoMarcas a color, redondeando, etc
-Ayudarle a controlar el tiempo
-Ayudarle a centrar su atención con preguntas como: “te falta de responder…”, “termina la pregunta”, “vuelve a leer la pregunta” “repasa lo que has marcado para comprobar que lo has hecho todo”.
-Realizar un repaso general a su entrega para señalarle aspectos que falten.
